No hay dos islas canarias iguales, todas tienen el mismo denominador común: paisajes increíbles, el mejor clima del mundo y gente acogedora. Pero al mismo tiempo son muy diferentes entre sí, cada una tiene una personalidad propia y distintas razones por las que visitarlas.
Pues bien, digna de ser explorada, en el extremo más oriental del archipiélago canario, se encuentra Lanzarote. Y se preguntarán, ¿por qué Lanzarote? A continuación desvelamos 10 razones por las que debes descubrir «La Isla Diferente» y tacharla de tu lista de deseos:
Puedes viajar a Lanzarote en cualquier época del año y tener un buen clima más o menos garantizado (aunque a veces hace viento, y las tormentas no son totalmente impredecibles). La mayor parte del tiempo está soleado con una temperatura media de unos de 22 ° C. Incluso en los meses más calurosos, julio y agosto, la temperatura es generalmente muy agradable. Cuando vas, casi siempre hace suficiente calor para nadar y tomar el sol.
Lanzarote tiene algunos paisajes volcánicos espectaculares, tan de otro mundo que el Parque Nacional de Timanfaya, cuyo terreno similar a la luna es una de las razones principales por las que la isla fue declarada Reserva de la Biosfera de la Unesco en 1993, se utilizó como base de entrenamiento para la tripulación del Apolo 17 de la NASA.
Alrededor de 360 conos de volcanes se elevan desde la arena negra granular del parque nacional. El punto focal del vasto paisaje negro es el volcán Islote de Hilario. Debido a la naturaleza frágil de las rocas, no puedes caminar sin compañía. Los autobuses lo llevan por el parque para ver las extraordinarias formaciones rocosas estriadas.
En toda la isla, se ve la influencia de César Manrique, el artista visionario, arquitecto y ambientalista, que salvó a Lanzarote de los estragos del desarrollo desenfrenado y convirtió su terreno volcánico en una serie de atracciones turísticas que son obras de arte por derecho propio. Sus creaciones extraordinarias acentúan la geología única de la isla y ahora son sus principales atracciones turísticas. Podrías pasar fácilmente unos días visitando los lugares que él diseñó, particularmente porque algunos también albergan elegantes bares y restaurantes".
La casa del arquitecto, construida en rocas en un campo de lava, ahora es una fundación dedicada a su vida y obra. La planta baja es un espacio de exhibición con obras de sus contemporáneos, incluyendo Tàpies, Millares, Picasso y Saura, pero es la vista enmarcada por los enormes ventanales lo que llama la atención. Los escalones de basalto conducen a una piscina turquesa y cinco burbujas de lava unidas por pasajes en la roca volcánica. Visite esta fundación primero para obtener una idea de lo que se trata Manrique, y sacarás más provecho de sus otras creaciones en la isla.
Otras atracciones volcánicas incluyen Jameos del Agua, una cueva, que alguna vez fue un club nocturno, lleno de estalactitas y una especie única de cangrejo ciego.
Lanzarote se libró de lo peor del sobredesarrollo en gran parte debido a Manrique, quien criticó la iniquidad de la "masificación" y persuadió a los poderes para prohibir la construcción de hoteles de gran altura y la exhibición de vallas publicitarias. Una de sus únicas estructuras de gran altura es el Arrecife Grand Hotel, que fue construido antes de la prohibición.
Si bien ha habido una gran cantidad de construcción, las viviendas en Lanzarote conservan una simplicidad minimalista, externamente, y están pintadas solo en blanco, verde y azul.
Los visitantes pueden disfrutar de vistas ininterrumpidas, incluso desde el Mirador del Río, justo en el extremo norte de la isla. Aquí hay mucho menos tráfico que en el sur y mucha más vegetación, tanto que el área alrededor de la ciudad de Haría es conocido como el Valle de las 1,000 palmeras.
La isla se está volviendo cada vez más famosa por sus vacaciones activas, particularmente surf, windsurf, kitesurf y padel surf, así como ciclismo y senderismo.
Muchos ciclistas profesionales, se basan en la isla en invierno. Los aficionados deben prepararse para el viento y asegurarse de abordar la hermosa subida a través de Tabayesco y hasta el Mirador de Haría y como no, el recorrido del reconocido internacionalmente como el IRONMAN más duro del Mundo que se celebra cada mes de mayo en la isla.
Un visita obligatoria son los viñedos de La Geria , un paisaje singular y embriagador por la gran extensión de cenizas volcánicas, procedentes de la erupción de Timanfaya entre 1730-1736, que bañan todo este escenario. El cultivo que más llama la atención en la Geria es el de las grandes extensiones de vides (parras), de cuyas uvas procede el legendario vino malvasía, un vino dorado y fresco de alta graduación.
En este lugar operan numerosas bodegas que venden estos vinos galardonados internacionalmente. En la mayoría de ellas, los visitantes pueden recorrer las instalaciones de producción de vanguardia antes acompañados con un vaso de malvasía blanca.
Desde las calas remotas y secretas de la costa noreste poco visitada, como el Charco del Palo, hasta extensiones de arena dorada con aguas tranquilas y las olas perfectas para surfear, tiene muchas opciones en las playas en la isla.
Famara, en la costa noroeste de la isla, lejos de los centros turísticos, es una bahía larga y curva respaldada por espectaculares acantilados rosados, se dice que ha sido un favorito de Manrique mientras crecía, mientras que en el extremo sur de la isla está Papagayo , una media luna de arena fina y blanca protegida por acantilados que se dice que es la playa más hermosa de la isla.
La calidez garantizada y el ambiente mediterráneo relajado hacia los niños, hacen de Lanzarote una opción ideal para familias con niños pequeños. En la isla los más jóvenes podrán disfrutar de una variada oferta recreativa, con centros especialmente diseñados para el disfrute y la mayor diversión.
La naturaleza está presente en la oferta de ocio infantil de Lanzarote. Por ello, aventuras bajo el agua, playas paradisíacas, paseos en camello entre los volcanes o castillos y piratas son las excusas perfectas para entretener a los chiquitines
Hay una leyenda contada en Lanzarote que involucra a Omar Sharif, un juego de bridge y una maravillosa casa llena de curvas y cuevas que transportaron a todos los que entraron a Arabia y las 1.001 noches.
"Sharif, en su apogeo en ese momento, vislumbró una casa imponente construida en una roca sobre el pueblo de Nazaret durante una estancia en Lanzarote para la realización de la película de 1973 La isla misteriosa. Fue amor en a primera vista, según la leyenda: tan pronto como vio la casa, denominada en adelante LagOmar, la compró en el acto.
Su propiedad sería de corta duración (y nunca consumada). Sam Benady, el desarrollador británico detrás de LagOmar, estaba decidido a recuperarlo y, sabiendo de la pasión de Sharif por el bridge, lo retó a un juego, durante el transcurso de que el actor jugó imprudentemente con la casa. La historia es indudablemente apócrifa, pero esa casa sigue en pie, sigue siendo bastante maravillosa, y ahora se comercializa descaradamente como Casa Omar Sharif, un tesoro de un museo que todavía transporta a todos los que ingresan en un mundo de locura y fantasía ".
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