Lanzarote es naturaleza pura, la ocupación y utilización del espacio ha
llevado a la construcción de paisajes que difilmente podrán ser explicados con palabras. Abundan los rincones espectaculares y sorprendentes que cautivarán y quedarán en la retina del visitante para siempre.
En la brava costa al suroeste de Lanzarote se hallan Los Hervideros. Una extraña formación rocosa que ha visto moldeada su geografía volcánica debido a la acción erosiva de las potentes olas que la bañan.
El resultado de su poder los podemos contemplar en las grutas, oquedades y cavernas que se ha formado, generando junto a la fiereza del mar un espectáculo digno de ser contamplado.
A unos pocos kilómetros de los Hervideros , se encuentra otro de los rincones más curiosos de la isla: El Golfo un lugar afectado por la acción erosiva del mar que ha dejado al descubierto un curioso fenómeno costero.Se trata de un cráter volcánico que por las filtraciones del mar y por el desmantelamiento de en buena parte de su cono, se ha convertido en una pequeña color verde esmeralda intenso que destacan entre la negra lava y el limpio azul del océano.
El Malpaís de la Corona, que recubre buena parte del extremo nororiental de la isla de Lanzarote. Es un mar de lavas producto de las erupciones de la edad cuaternaria.
El Malpaís de la Corona conforma un paisaje volcánico que reúne un espectacular conjunto de formas y colores de gran belleza, colonizada por vegetación específica. Es denominado parque insular, puesto que en su interior podemos encontrar, la Cueva de los Verdes y los Jameos del Agua.
Las Salinas de Janubio se encuentran en el Sur-Oeste de Lanzarote y conforman una de las estampas más bella de la isla de Lanzarote, clara muestra del contraste cromático que existe en la isla de Lanzarote
Construidas en el año 1895 son las salinas más extensas de Lanzarote manteniéndose aún hoy en activo. Las Salinas reúnen una serie de valores paisajísticos y ecológicos que, junto a la complejidad y originalidad de su arquitectura salinera y la complejidad de sus sistemas hidráulicos, las convierten en uno de los ingenios salineros marinos más singulares.
Desde lo alto del pueblo de Haría podemos disfrutar de un paisaje increíble lleno de contrastes, por una lado podremos observar las particularidades de este pintoresco pueblo al norte de Lanzarote, un oasis entre palmeras; también ofrece una espléndida vista del majestuoso Volcán de la Corona con el fascinante malpaís del mismo nombre a sus pies, incluso se agudizamos la vista podemos contemplar la majestuosidad del Océano Atlántico al compararlo con el minúsculo Roque del Este.
En el extremo sur de la isla, se suceden una serie de playas salvajes y de arena dorada y fina, todas de gran belleza, con agua transparentes y de intenso color turquesa. Un lugar ideal no solo por su belleza si no por la paz y tranquilidad que se respira. Ideal para pasar un día inolvidable de playa
Desde ellas se divisa en el horizonte una bella vista de la vecina isla de Fuerteventura y el islote de Lobos.
Es una playa de gran belleza y sin lugar a dudas es la playa más espectacular de la isla de Lanzarote. Sus casi 3 km de arena dorada, su embravecido mar y el encontrase situada a la falda del imponente Risco de Famara, dejarán una huella casi imborrable en la retina del visitante.
En la zona central de la isla de Lanzarote, entre el pintoresco pueblo de Uga y el pueblo de Masdache nos encontramos un curioso valle recubierto por lavas de la erupción de 1730-36: La Geria. Un paraje natural protegido que ocupa una superficie de 5.255,5 hectáreas. Una de las estampas paisajísticas más imponentes de Canarias, donde el esfuerzo humano ha sido capaz de sembrar viñas en hoyos excavados en las propias cenizas volcánicas muy bien protegidas, una a una, viento a través de pequeños muros semicirculares de piedra.
Una zona que se ha beneficiado del contraste de temperaturas y humedad para ofrecernos no solo una de los más bellos paisajes de Lanzarote sino también de la uva que acabará en los excelentes vinos Lanzaroteños.
El Mirador del Río se encuentra ubicado en la parte más alta del Risco de Famara, a unos 475 metros de altitud, en la zona más septentrional de la isla.
Desde esta imponente altura podemos contemplar una de las vistas más vertiginosas que se pueden disfrutar en la isla de Lanzarote: los islotes el Archipiélago Chinijo de La Graciosa, Alegranza, Montaña Clara y el Roque del Oeste.
Timanfaya como lo conocemos hoy, se explica por las erupciones que tuvieron lugar en la isla de Lanzarote entre 1730 y 1736 y en nuevamente en 1824. El resultado es este proceso se ha convertido por méritos propios en el paisaje por excelencia de Lanzarote, impresionantes campos de lava negra salpicado por decenas de conos volcánicos. Un lugar desnudo de vegetación pero con mil formas y colores, que dejarán un recuerdo imborrable en la mente del visitante.
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