Tinguatón

Tinguatón, un encantador diseminado de casas que se extiende a ambos lados de la pintoresca carretera que se aleja del pueblo de Mancha Blanca en Lanzarote, emerge como un auténtico tesoro en medio de la belleza natural de la isla. Este pequeño rincón, aparentemente modesto, guarda secretos que cautivan a quienes se aventuran a descubrirlos.

El corazón de Tinguatón late al ritmo tranquilo de la vida rural, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de sumergirse en la autenticidad de la vida canaria. Las casas encaladas, con sus ventanas y puertas en tonos vibrantes, se entrelazan con la tierra volcánica que caracteriza a la región, creando una estampa única que define el paisaje local.

Historia

Tinguatón, ya existía antes de 1824, pero fue a partir de la erupción, del volcán del mismo nombre cuando empezó a tomar nombre dentro de la toponimia de la isla, pues fue epicentro del ultimo volcán de Lanzarote

Después de aquellos sucesos, los volcanes de Lanzarote han entrado en un período de calma, dejando su huella e impidiendo la habitabilidad de toda esta zona. Las erupciones del siglo XIX y las anteriores, las acontecidas entre 1730 y 1736, conformaron el singular paisaje de la isla y dieron pie a la declaración de uno de los cuatro parques nacionales existentes en Canarias.

En la actuliadad el cráter y su entorno son de gran belleza. El volcán de Tinguatón forma parte del Parque Natural de los Volcanes.

Qué ver

A es escasos metros del poblado empieza el Parque Natural de los Volcanes en cuyo interior se encuentra la joya de la corona de la geogría de la isla, el Parque nacional de Timanfaya.

Qué hacer

Para los amantes de la naturaleza, Tinguatón se erige como un punto de partida ideal para explorar los senderos que serpentean a través de los campos y montañas circundantes. Las rutas de senderismo revelan panoramas impresionantes, con vistas panorámicas que abarcan desde el Atlántico hasta las majestuosas formaciones volcánicas que dan forma a la isla.

Dónde está

Volcán del Cuervo y Montaña Colorada

Tinguatón, además de su encanto rural, alberga dos fascinantes maravillas geológicas que añaden un toque único a su paisaje: el Volcán del Cuervo y la Montaña Colorada. Estos dos notables hitos, con sus imponentes formaciones de lava y ceniza, capturan la atención de quienes buscan sumergirse en la riqueza volcánica de Lanzarote.

El Volcán del Cuervo, majestuoso y tranquilo, se yergue como un gigante dormido en las afueras de Tinguatón. Su cima, marcada por la presencia de una amplia caldera, ofrece un espectáculo impresionante para aquellos aventureros dispuestos a ascender. Las vistas desde lo alto revelan una panorámica que abarca desde las extensiones volcánicas hasta el océano Atlántico, proporcionando una experiencia inolvidable.

A poca distancia se encuentra la imponente Montaña Colorada, cuya denominación proviene de los tonos rojizos y ocres de sus laderas, creados por las antiguas erupciones que depositaron capas de lava y ceniza. La característica bomba volcánica que adorna sus faldas agrega un toque escultural al paisaje, recordando a los visitantes la poderosa fuerza de la naturaleza que dio forma a esta maravilla geológica.

Ambos lugares ofrecen oportunidades únicas para los amantes de la geología y la historia natural. Los senderos que serpentean alrededor de estas formaciones permiten a los visitantes explorar de cerca la textura rugosa de la lava solidificada y descubrir la flora resiliente que ha encontrado un hogar en este entorno único.

Para los aventureros más intrépidos, la ascensión al cráter del Volcán del Cuervo brinda una experiencia singular. La sensación de estar en la cima de un antiguo coloso volcánico, con la brisa marina acariciando el rostro, crea un momento que perdura en la memoria.

En Tinguatón, la conjunción de la vida rural con la impresionante geología de estos volcanes crea un escenario donde la historia de la tierra se entrelaza con la cotidianidad de sus habitantes, formando un lugar que invita a la exploración y a la conexión con la naturaleza en su estado más puro.