Iglesia de San Bartolomé

La Iglesia de San Bartolomé es uno de los edificios religiosos más importantes de la isla de Lanzarote. Fue construida a finales del siglo XVIII gracias a la colaboración y la suscripción popular liderada por Francisco Tomás Guerra Clavijo, quien movilizó a la vecindad para recaudar fondos. Se construyó a unos 100 o 200 metros del lugar donde se encontraba la antigua ermita, debido a su reducido tamaño.

La iglesia tiene una planta de cruz latina con la sacristía detrás del presbiterio. Hace unos años se construyó una nueva capilla colateral al muro del evangelio con puerta directa desde la plaza. La portada se accede a través de una escalinata de cantería con arco de medio punto y esquineros cubiertos de cantería negra. Sobre la portada surge un pequeño vano con una cruz sobre el que aparece un óculo que en la actualidad lleva una vidriera. Del edificio antiguo, solo se conserva la sacristía, y en la Capilla de la Epístola está enterrado su fundador.

El campanario de la iglesia surge como continuación de todo el esquinero de cantería de la epístola, rematado con un pequeño cimborrio y el remate de la iglesia con formas ovaladas y totalmente encaladas. Al igual que la iglesia de Yaiza, se puede acceder por el muro de la epístola y responde a la tipología insular más extendida.

Uno de los aspectos más destacados de la iglesia de San Bartolomé es su techo artesonado de madera, que es de gran belleza y sencillez. La nave principal cuenta con una tipología de dos aguas, mientras que el presbiterio y las capillas laterales tienen cuatro aguas. El artesonado fue traído desde Tenerife y estuvo pintado de azul desde 1901 hasta 1971, cuando se recuperó el color natural de la madera.

En cuanto a las obras escultóricas que se encuentran en el interior de la iglesia, destacan la imagen de San Bartolomé, conocida como "el cubano", que fue enviada desde La Habana en el siglo XIX. El santo porta en su mano derecha un cuchillo y en la izquierda un libro sagrado, manteniendo una actitud suplicante con el rostro ligeramente inclinado. También se encuentra en la iglesia un Cristo Crucificado que preside el Altar Mayor, el cual es una talla sevillana de finales del siglo XVIII según Agustín de La Hoz.

Además, la iglesia cuenta con otras imágenes como la de Nuestra Señora de Los Dolores, una imagen de candelero perteneciente a la escuela granadina de finales del siglo XVII; las tallas policromadas de La Inmaculada y del Sagrado Corazón, ambas de finales del siglo XIX; y Nuestra Señora del Carmen, que se encuentra en el altar de las ánimas y supuestamente fue traída desde Marsella a principios del siglo XX.

Por otro lado, la iglesia de San Bartolomé también cuenta con importantes piezas de orfebrería, la mayoría de ellas fabricadas en plata y cubiertas con un baño de oro. Estas piezas son un reflejo del arte sacro que se ha ido desarrollando a lo largo de los siglos en la isla de Lanzarote.

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